MUJER CERCANA A LOS 50 BUSCA POLLA JOVEN
La mujer desnudó su cuerpo para recibir al contacto del chat. Ambos estaban ansiosos por conocerse después largas charlas nocturnas, de miradas a sus cuerpos a través de las cam. Rondaba los cincuenta y era mucho el tiempo que no recibía afecto ni abrazos de nadie. Aquel hombre era más joven que ella y sin mucha experiencia en mujeres; lo había confesado en sus conversaciones intimistas.
Abrió la puerta y observó la cara de sorpresa del muchacho, un joven de apenas 20 años que contempló su cuerpo sin salir de su asombro, con la mirada clavada en sus redondos y grandes pechos. Daba por sabido que tendría que enseñarle y trabajarle a placer. Su inexperiencia era manifiesta. Se quedó de pie esperando no sabía qué....hasta ver como ella le despojaba de la ropa y le acariciaba hablando sin cesar, intentando calmar su nerviosismo. Le invitó a tocar sus pechos, acariciar sus pezones mientras bajaba los pantalones y dejaba al descubierto una polla dura y a punto de caramelo. Sin poder resistirse se arrodilló y frotó el miembro entre sus grandes pehos. Después agarrando los testículos del joven y con la polla frente a su boca la chupó con ansia. Sabía que era la primera vez que el muchacho recibía una mamada y no pudo resistir ni un segundo.... un chorro de semen penetró hasta su garganta mientras él lanzó un grito de placer. Siguió chupando, metiendo todo el semen en su boca y jugando con la polla que se mantenía dura. Se produjo un segundo orgasmo y el semen se darramó por sus labios y garganta.... el muchacho se mantenía de pie temblando de placer, mientras ella era consciente de que aquella polla sería su instrumento sexual, su juguete.
Después de ducharse y observar que el joven mantenía su polla dura, le colocó un preservativo y le invitó a tomarla por detrás, mostrándole su sonrosada vagina abierta y húmeda. Ante el nerviosismo del chaval, le ayudó a meter la dura polla dentro y le indicó cómo debería moverse, acompasando sus movimientos. Él mantenía el ritmo mientras sus testículos rozaban en cada movimiento el clítoris de la mujer. Ella gimió y grito en cada orgasmo mientra el chaval no paraba de penetrar y correrse tres veces seguidas. La polla se fue agotando, llegando a desinflarse progresivamente. El preservativo estaba a reventar de esperma. Al quitárselo comprobó en tamaño del pene flaccido. Era de buen calibre.
El tiempo se terminaba y él debía marchar. Quedaron citados para el fin de semana. Tenía mucho que enseñarle y quería probar muchas cosas con aquella polla inexperta pero incansable.
Mientras.... seguiría buscando pollas jóvenes en el chat. Eran las únicas que le aseguraban momentos continuos de placer.
Él
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diego -
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