Blogia
Sexo para dos

Aquellos gloriosos pechos

Aquellos gloriosos pechos

Ninguna tía poseía unos pechos como ella, la Mary.... era la reina del grupo de amigas domingueras, esas que salían por las calles del barrio provocando a todos los vecinos y cabreando a todas las mujeres. Las nenas marcaban de todo y favorecían el crecimiento de toda polla viviente que se cruzase por su camino.

Julianín era un nene del barrio que se moría a chorros por meter mano en las tetas de la Mary...la mejor dotada del  grupo de nenas.

A la Mary le caía simpático el Julianín...un par de años menor que ella, pero con un paquetón entre las piernas que prometía multitud de deleites y placeres diversos.

Un día, de esos calurosos y excitantes, la Mary pilló por sorpresa al Julianín en el portal de su casa. Ni corta ni perezoza le dijo..."¡¡Hola Julianín chiquitínnn!!", agarrando el paquete del chaval y provocando la rotura del pantalón, ocasionada por el súbito crecimiento del pollón del Julianín. El pobre y sorprendido chaval, tartamudeando, observó cómo la Mary sacó una de sus hermosas y duras tetas fuera de la blusa..... y sin pensarlo dos veces el Julianín se la metió en la boca hasta quedar casi sin respiración, mientras su otra mano agarro a la Mary por el coño y con sus dedos se lo puso mas húmedo y chorreante que un bebedero de patos. La Mary fue de corrida en corrida mientras el pollón del Julianín no dejaba de vibrar pidiendo una boca caritativa que le hiciera eyacular. La Mary, muy solidaria ella, bajo al pilón, agarró el  grifo y chupó y lamió aquella preciosidad de polla virgen. El segundo bebedero se produjo dentro de la boca de la Mary.... que no daba a basto a tragar leche, evitando que le mojase las tetas.

Una vecina despistada entró al portal y se encontró de cara con aquel espectáculo inusual y sorprendente. No dando crédito a sus ojos se acercó y metió manos en los huevos del Julianín, mientras el chaval palpó el culo de la buena mujer a traves de la falda, observando que iba sin bragas. La Mary, saciada  de tanta leche condensada, animó a la mujer a rematar la faena mientras ella besaba al Julianín y le metía la cara entre sus tremendas tetas. La vecina mamó nueva leche fresca y concentrada.

La cosa estaba durando demasiado y corrían el peligro de convertir el portal en una especia de prostíbulo ante la posible aparición de nuevas vecinas. Decidieron cortar la sesión y quedaron citados en casa de la vecina para nuevas catas de leche.

El  Julianín, con la polla más dolorida que otra cosa y los huevos más sobados y estrujados que un estropajo, no salía de su asombro.

La Mary, corrida a placer y hartita de leche y de polla joven, llegaba tarde a la cita con sus amigas.

La vecina, que hacía lustros no se comía un pollón semejante, andaba dándole vueltas a la cabeza para preprarar la cita concertada en su casa....pensando en como follarse al chaval y probar el coño de la chavala. Tantos años con un marido impotente y futbolero, estaba hasta el mismísimo coño de meterse los dedos para consolarse.

Y es que la vida y la experiencia nos dice que no hace falta ir muy lejos a buscar consuelo sexual.

A veces contamos con vecindades muy solidarias. Demasiado.

Es cuestión de saber dar con el portal adecuado.

ÉL

 

 

0 comentarios