Ensueños
Una extraña fiebre me ha debido de poseer; ha de ser eso, porque otra cosa… no sé. Han sido unos días subidos, calientes a ratos, con las casualidades de esas pollas en sólo dos días, sólo para mí, y las palabras y relatos… en fin, mucho erotismo suelto. Hoy, esta mañana la casualidad; el encuentro de mas sexo. Esta vez con cambios de roles: me gustó ser el hombre, exigir, pedir y animar… decirle: “venga nena, hazlo para mí”. Él se dejó llevar, le gustaba. Y después verlo correrse, ver su polla con la leche saliendo de ella y no poder tocar, ni ver ni probar, tuve que hacerme una rápida, no tenía más tiempo, mi coño andaba tan mojado y caliente que con solo tocarlo estaba a punto, casi no tenía tiempo, pero me sobró. Fue un orgasmo rápido, deseado; mi clítoris se pudo duro y empecé a sentir que iba a llegar, deseaba llegar, era una urgencia.. Seguí con mis cosas, como si nada, con esa sensación que queda después, volando sobre el suelo, a ras de él; después el deseo, continuaba, aunque lo había aplacado, seguía en mi mente, los relatos, las imágenes y el excitamiento en mi coño, que se llenaba de fluidos. Acudí a la página y volví a leer, leí con detenimiento sintiendo cada detalle, mi coño experimentaba corrientes de placer, de deseo, y lo alargue disfrutando de mojarlo, y de sentir. Comenté que me dolía la cabeza y que tenía que echarme un rato, que no me molestasen y me fui a la cama pensando en lo que iba a a disfrutar, iba a hacérmelo despacio, muy despacio, esperando que llegase, lentamente. Me desnude, quería sentir mi cuerpo entre las sabanas, mis pechos estaban excitados y los pezones duros, aun si haber empezado. Me gustó, entré despacio y me restregué entre mis sabanas, lentamente, Acaricie los pezones y las imágenes y las palabras acudían a mi mente. Mi coño esta ya mojado, muy mojado y busque mi vibrador, mi ayudante de placer. Comencé a pasarlo lentamente por todo mi coño, ahora lo llevo rapado, me gusta así para poder sentirlo todo y poder tocar mis labios y acariciarlos por dentro, sentir su suavidad. Con los fluidos el vibrador se deslizaba por todo el coño y disfrutaba del tacto y su vibrar en cada rincón, deseé tenerlo dentro y lo coloque, lo introduje poco a poco. No suelo hacerlo, pero me apetecía sentir algo dentro de mí, la imagen de esas pollas me hacían desear e imaginar como serian dentro de mí. Entraba suave…. lo metí y saque varias veces, después lo colocaba en mi clítoris y lo dejaba vibrar, sintiendo la corriente que produce allí. La fiebre iba subiendo, así como mis gemidos y las ganas, empecé a introducirlo y a tocarme con la otra mano, era mucha la ansiedad y aquello empezaba a ser una urgencia, quería correrme, sentía que lo iba a hacer ya que no aguantaría más. Saque el vibrador de mi coño y lo volví a colocar en mi clítoris, dejándolo allí, moviéndolo en el, encontrando el lugar exacto. Empecé a moverlo rápidamente una corriente subía por mi cuello hasta mis hombros y mis gemidos eran resoplidos de placer, “ufff” lo estaba deseando, “sii,” es lo que quería, “Dios es genial.” Unos movimientos mas y ya llega, “ufff”, la corriente hace que me quede inmóvil sube desde mi coño hasta la espalda y la nuca, cierro los muslos, apretándolos…. y cierro los ojos de placer, el vibrador queda a un lado, abandonado, ha cumplido su misión, y una sensación de relax invade mi cuerpo después de la tensión del orgasmo y me dejo llevar por ella…. es genial. Ella.
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