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Sexo para dos

Aquellos gloriosos pechos

Aquellos gloriosos pechos

Ninguna tía poseía unos pechos como ella, la Mary.... era la reina del grupo de amigas domingueras, esas que salían por las calles del barrio provocando a todos los vecinos y cabreando a todas las mujeres. Las nenas marcaban de todo y favorecían el crecimiento de toda polla viviente que se cruzase por su camino.

Julianín era un nene del barrio que se moría a chorros por meter mano en las tetas de la Mary...la mejor dotada del  grupo de nenas.

A la Mary le caía simpático el Julianín...un par de años menor que ella, pero con un paquetón entre las piernas que prometía multitud de deleites y placeres diversos.

Un día, de esos calurosos y excitantes, la Mary pilló por sorpresa al Julianín en el portal de su casa. Ni corta ni perezoza le dijo..."¡¡Hola Julianín chiquitínnn!!", agarrando el paquete del chaval y provocando la rotura del pantalón, ocasionada por el súbito crecimiento del pollón del Julianín. El pobre y sorprendido chaval, tartamudeando, observó cómo la Mary sacó una de sus hermosas y duras tetas fuera de la blusa..... y sin pensarlo dos veces el Julianín se la metió en la boca hasta quedar casi sin respiración, mientras su otra mano agarro a la Mary por el coño y con sus dedos se lo puso mas húmedo y chorreante que un bebedero de patos. La Mary fue de corrida en corrida mientras el pollón del Julianín no dejaba de vibrar pidiendo una boca caritativa que le hiciera eyacular. La Mary, muy solidaria ella, bajo al pilón, agarró el  grifo y chupó y lamió aquella preciosidad de polla virgen. El segundo bebedero se produjo dentro de la boca de la Mary.... que no daba a basto a tragar leche, evitando que le mojase las tetas.

Una vecina despistada entró al portal y se encontró de cara con aquel espectáculo inusual y sorprendente. No dando crédito a sus ojos se acercó y metió manos en los huevos del Julianín, mientras el chaval palpó el culo de la buena mujer a traves de la falda, observando que iba sin bragas. La Mary, saciada  de tanta leche condensada, animó a la mujer a rematar la faena mientras ella besaba al Julianín y le metía la cara entre sus tremendas tetas. La vecina mamó nueva leche fresca y concentrada.

La cosa estaba durando demasiado y corrían el peligro de convertir el portal en una especia de prostíbulo ante la posible aparición de nuevas vecinas. Decidieron cortar la sesión y quedaron citados en casa de la vecina para nuevas catas de leche.

El  Julianín, con la polla más dolorida que otra cosa y los huevos más sobados y estrujados que un estropajo, no salía de su asombro.

La Mary, corrida a placer y hartita de leche y de polla joven, llegaba tarde a la cita con sus amigas.

La vecina, que hacía lustros no se comía un pollón semejante, andaba dándole vueltas a la cabeza para preprarar la cita concertada en su casa....pensando en como follarse al chaval y probar el coño de la chavala. Tantos años con un marido impotente y futbolero, estaba hasta el mismísimo coño de meterse los dedos para consolarse.

Y es que la vida y la experiencia nos dice que no hace falta ir muy lejos a buscar consuelo sexual.

A veces contamos con vecindades muy solidarias. Demasiado.

Es cuestión de saber dar con el portal adecuado.

ÉL

 

 

Una lesbiana principiante

Una lesbiana principiante

    Para mi era un tópico, un tópico masculino, nunca se me había pasado por la cabeza, bueno, no en serio. Lo había oído, sobre todo de los tíos, ellos  dicen que todas las mujeres somos bisexuales, claro, como no. Es como  decir que a ellos le gustaría con dos tías, claro y a mí con dos tíos, ¡no te jode¡

   Y sin embargo, ahora en un solo segundo todo esto pasaba por mi cabeza, bisexual, no se, pero  estaba ocurriendo, y si al principio dude por un segundo, ahora ya, no quería parar.

   Comenzó como una simple charla. Muchas veces habíamos hablado de sexo y  saber como ella se lo hacía con su marido, o como podía hacérselo sola en la cama con él, me excito  mas de una vez. Esto era distinto.

  Debió de ser que las dos teníamos ganas,  nunca antes lo hablamos, pero, dentro de la conversación, las risas fueron sucediendo, los comentarios sobre anécdotas durante el sexo y el comenzar a mirarnos.

    Estábamos una frente a otra y mis ojos se fueron a sus pechos; ella vio mi mirada y la tensión subió, su sonrisa  me dijo que no le molestaba y mi sexo se humedeció un poco más sólo de imaginar.

    Poco a poco nos fuimos tocando, sin darle importancia, “mira mis pechos, ya no son lo que eran” y ver esos pechos duros y suaves, tocarlos y ver su gesto esperando sentir mis manos.

   Acaricie sus pechos  suavemente, era muy distinto a acariciar  los míos, mucho más excitante, mi coño empezaba a mandar vibraciones de placer y pellizqué sus pezones. Eran unos pezones oscuros y pequeños y con mis manos se pusieron duros; la miré y sus gesto era una invitación  a seguir.

   Acerqué mi boca a esos  pezones que tanto me excitaban y ella se dejo hacer, su cuerpo  se acerco al  mío, rozando sus caderas con las mías y flexionando su espalda para que yo la pudiese lamer.  Verla  tan cerca de mi, sentir su cuerpo, sus manos amarrándome las caderas, hacía que temblase todo mi cuerpo y deje de pensar.

   Empecé a dar pequeños mordiscos a sus pezones y grititos de placer salían de su boca, mis manos recorrían su cuerpo, su cintura, sus caderas, acercándola mucho a mí, a mi cuerpo, quería que fuésemos una.

    Sus manos recorrían el mío, y la ropa fue desapareciendo y cada vez había más piel con piel.  Nos sentamos en el sofá, y le pedí que se tumbase, quería probar esa piel, ese cuerpo, recorrerlo con mi  boca disfrutando de su sabor nuevo para mí.

    Mis dedos hurgaban en su coño y ella se dejo hacer. Sus manos intentaban agarrar las mías, pero de una forma suave, sin resistir, y ello me hacia desearla más.

  Mi boca recorría sus caderas, y mis dedos entraban en su coño mojado una y otra vez, sus gemidos de placer me torturaban, no quería parar, quería oírla gritar.

    Baje mi boca hasta su coño, y probé su sabor, ella se movía con mis dedos y mi lengua,  y  su espalda se arqueaba con las embestidas de mis manos, con  mis dedos entrando en su coño y mi lengua en  su clítoris; nunca antes había sentido tanta excitación, tener a una mujer a mi antojo y verla en mis manos.

   Mi coño palpitaba de verla así, baje una mano y comencé a tocarme, mi clítoris estaba duro y sensible, a punto.

  Seguí lamiendo el suyo, y metiendo mis dedos en ese coño cada vez mas abierto y mojado, sus gemidos me volvían loca de placer, su cuerpo tenso, con la espalda arqueada, la visión era demasiado para mi.

   Su gemidos se aceleraban, su clítoris duro  y  su flujos mojaban mi mano, ver sentir, y paladear algo así, no me dejaba pensar en nada más que en seguir; mis dedos tocaban mi coño, estaba a punto de correrme, con ella  las dos a la vez, no  quería parar, quería verla a ella, hacerla gozar, y después sentir su boca en mi coño, su lengua.

  Así que emplee mi dos manos, agarre su culo levantándolo  acercando mas su coño a mi boca y mis dedos dentro de su coño, moviéndolos sin parar, y allí estaba, sentí como iba a llegar, y disfrute de oírla, de ver sus espasmos de placer, de lamer su clítoris duro, de sentir como salían sus flujos para mi y seguí lamiéndola mientras ella se dejaba caer rendida en el sofá.

   Mi re su cara de placer, sus manos se acercaron a mi coño  y nada mas tocarme sabia que no resistirá mucho, verla así  me había excitado tanto, ver su cuerpo, probar su piel.

  Me acerque a su cara y levantándose, hundió su boca en mi coño, yo abría bien mis piernas y levantando una la apoye en el brazo del sofá, quería sentir su lengua.

  Sus dedos entraron en mí. Estaba tan mojada que no hubo resistencia, y en cuanto su lengua lamió  mi clítoris sabia que  iba a acabar.

   Movió sus dedos, entrando y saliendo de mí, mis pezones estaban duros de tanta excitación, y mis gemidos eran más y más rápidos.

   Su lengua recorrió, todos mis huecos, y sus dedos entraban mas profundo cada vez,  no iba  a resistir mas, estaba a punto.

  Con su otra mano agarro mis caderas, apretándome mas a su boca, y su lengua apretaba mi clítoris y daba pequeños mordiscos que me hacían temblar. Todo este placer recorría mi cuerpo, sentía el  calor que subía hasta mis hombros con un sudor frió, y no pude aguantar….  un grito de placer, arqueé mi cuerpo con la corriente de placer, era increíble algo así.

    Separo su cara y sus manos de mí. Yo me dejé caer junto a ella en el sofá, unos segundos de silencio y nos miramos, las dos teníamos cara de placer y había sido genial. Nos reímos, y dejamos que las risas nos relajasen, sentadas juntas piel con piel.

 

Ella.

SUEÑOS FRUSTRADOS PARA DOS AMANTES VIRTUALES

SUEÑOS FRUSTRADOS PARA DOS AMANTES VIRTUALES

Recuerdo esas primeras charlas; simples comentarios sobre mis escritos y tus poemas, esos en que hacías gala de tus enormes posibilidades creativas y donde yo percibí tu malestar con el entorno hogareño. Recuerdo las primeras confesiones y las complicidades en nuestros diálogos virtuales.

Decías que todos tenemos una máscara para disumular nuestra realidad. La tuya no era la de una mujer feliz. Poco a poco nuestras vidas fueron saliendo  en la pantalla del ordenador. Nuestra boca era el teclado y, posteriormente, nuestros ojos fueron las webcam.

Algo nos faltaba si no conseguíamos comunicarnos a diario; era una terapia necesaria, una búsqueda incesante para narrar nuestros sentimientos y deseos, ardores y frialdades, los fracasos cumplidos y los sueños pendientes, quizás irrealizables.

Con el tiempo  nos convertimos en una especie de amantes-confidentes-virtuales...... incapaces de enfrentarnos cara a cara, de vernos directamente. Posiblemente no quisimos romper esa magia de lo irreal, de lo que llaman el mundo virtual y que realmente existe en esa mezcla de electrones convertidos en palabras y rituales amorosos. Nuestros cuerpos los conocimos por ese medio.... la desnudez no era ajena en nuestros contactos y nuestro entorno era la fantasía desbordante de las palabras y del erotismo. Nuestras masturbaciones mentales y desbordantes.... incluso en multitud de ocasiones mediantes las cámaras como téstigos de nuestras palabras de excitación, observando nuestros gestos de placer en solitario pero compartidos.

La distancia física impedía los encuentros fáciles y nunca quisimos salvar ese impedimento. Las miserias humanas pueden ser inmensas. Los miedos también. Nuestro miedo es mostrarnos realmente como somos.... sin máscara..... esa que dices tú "todos llevamos puesta". Porque ya sabemos cómo somos sin ellas....ya no hay secretos entre nosotros, salvo tocarnos y abrazarnos sin teclados por medio, sin virtualidad.

No es fácil ni cómodo este tipo de amor. No somos amantes reales. Todo es un sueño y una frustración constante..... pero es nuestro sueño. Y nuestra frustración.

Él

LA PRIMERA CITA

LA  PRIMERA  CITA

   Era nuestra primera cita  y nada había hablado de lo que iba a suceder; pero ambos lo sabíamos. Habían sido muchas horas de conversaciones calientes y después de dudar un tiempo…. decidimos hacerlas realidad. Así que estábamos en la cafetería, mirándonos, sonriendo y ocultando  en nuestras miradas lo que ambos deseábamos.      El miró mis pechos varias veces y yo el lugar donde escondía su polla, imaginando sus manos ya en mi cuerpo.   Acabamos las bebidas y nos levantamos. Acercó su boca a mi oído y  susurro,” ¿Quieres, estás segura? Te deseo” y un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo. Caminamos  hacia la habitación y sus manos agarraban mi cintura aprensándola y bajando  y subiendo desde las caderas a la espalda. Una corriente empezaba a surgir.   Entramos los dos en silencio y mí mirada paró en la cama; imaginaba como acabaría esa cama tan bien hecha después de pasar por ella, imaginaba el semen, el sudor  y nuestros cuerpos dejando las marcas en las sabanas.    Sonreímos, sin saber bien como comenzar. Él se acercó directo a me abrazó; se colocó tras de mi y empezó a besar mi cuello. No me resistí; dejé que corrientes de placer recorriesen mi espalda y mientras rozaba mi culo contra él. Nos movíamos los dos rozando sin parar. Noté como su polla se endurecía y rozaba mi culo cada vez frotando más fuerte y despacio.Me gire y empecé a desabrochar su camisa y él a tocar mis pechos,  pellizcando los pezones, mientras metía su lengua en mi boca.   En solo unos segundos estábamos desnudos, de pie y tocándonos y comiéndonos la boca. Nos acercamos hasta la cama. Su polla me miraba tiesa, dura  y mis manos la cogieron acariciándola, él se separo un poco de mi y sorprendida lo mire, ”espera, tengo algo para ti”.¡Algo para mí!. Se fue hasta donde nuestra ropa estaba tirada y mirando por su chaqueta lo sacó. Era un consolador…. reí y me asuste un poco…. un consolador. Se acercó de nuevo y con una sonrisa me dijo: ”¿recuerdas nuestras charlas, recuerdas en la que te dije que te traería un regalo?”. Claro que recordaba aquello, fue algo nuevo, en nuestras charlas calientes, el  imagino  hacérmelo con un consolador y lo añadimos al  juego.  La excitación subió en mi al verlo allí dispuesto a utilizarlo conmigo y no sabia muy bien que hacer.   Así que tomó la iniciativa:  “déjate hacer, confía  en mi”. Me tumbó  y me pidió que me relajase. Empezó a acariciarme son sus manos y pasando aquella polla  por todo mi cuerpo. Yo mirara sus gestos y me dejaba llevar.Introdujo su mano en mi coño. Y empezó a  tocarlo, con aquella  polla apuntaba a mi clítoris y sus dedos empezaban a entrar  y salir.   Aquello me estaba gustando y me encantaba dejarme hacer.   Mi coño estaba cada vez mas mojado  y empezó a meter aquella polla en el. Al principió despacio y poco a poco, pero sólo en unos segundos toda ella estaba dentro de mí y mire su cara, sonreía al verme con aquello dentro. Yo miré su polla y con mis manos intente acércala; cambió de posición y se acerco a mi cara dejando que pudiese chuparla, introducirla en mi boca, mientras el metía y sacaba el consolador.     Los gemidos de los dos, iban en aumento y su boca acompaño las entradas y salidas. Yo estaba siendo follada por su polla y con otra en mi coño, no sabia muy bien donde estaba ni qué, pero aquello era genial sentirse así follada por varios sitios a la vez.     Su polla se endureció aun más, y sabia que no resistiría;  mi coño estaba a punto,  no sabia si aguantaría mas; su boca en mi clítoris mojaba todo mi coño de su saliva junto con mis flujos. Empecé a moverme no pudiendo resistir más y el aguantaba mis movimientos siguiendo el ritmo con su boca, se separo y lo miré sorprendida….. “quiero ver como te corres, quiero verte”. Cambió de postura  y se colocó entre mis piernas continuando con el moviendo del consolador y sus dedos en mi clítoris. No pude aguantar más, sólo unos movimientos y el orgasmo llegó….. cerré los ojos gritando de placer arqueando la espalda y dejándome recorrer por las sensaciones que subían  por todo mi cuerpo. Cuando abrí los ojos, lo vi mirando y sonriendo, con el consolador en su mano y con su polla aun esperando…. “ven acércate ahora”; me acerqué a su polla y la cogí con ganas. Estaba durísima  y no resistiría mucho más. Al meterla en mi boca  gimió  y me dijo: “cuanto he deseado esto y ahora estas aquí, comiéndome la polla, por fin”. 

 Una sonrisa se dibujó en mi cara, y me empleé con su polla queriendo  verlo disfrutar; le acariciaba los testículos y lamía con ganas su capullo; sus gemidos de placer llenaban la habitación, seguí más y más rápido. Sentí llegar el orgasmo, vibrar su polla y salir su leche  llenado mi  boca,  sus manos agarraban mi cabeza mientras lamí despacio cada gota sonriendo viendo su cara de placer, cumpliendo su deseo, por fin.

                                                                                            Ella

La zorrita virgen

La zorrita virgen

La cortina del probador era demasiado justa y dejaba ver el cuerpo adolescente de la muchacha probándose el vaquero ajustado. Las rebajas, con su urgencia en conseguir la prenda deseada y buscada, son épocas de auténtico desbarajuste entre montones de blusas, camisetas, faldas, pantalones, ropa interior......

El pantalón le quedaba demasiado ajustado e intentó probarse otro....su culo quedó al descubierto entre la cortina y el espacio abierto. Llevaba un tanga tan minúsculo dando la impresión de ir desnuda de cintura para abajo. Era un culo  bonito, duro y terso. Apenas tendría los 18 recien cumplidos y su rostro con la naricilla respingona resultaba simpático. Miró hacia mí y sonrió con cara de pilla. Disfrutaba sintiéndose observada y notó mi excitación producida por la visión de sus piernas y trasero. Me acerqué al probador y me ofrecí a buscarle más pantalones. "Bueno", dijo. Me dió la talla y le llevé dos de diferentes marcas. Entré en el probador y le ayude a quitarse elque llevaba puesto...demasiado ajustado también. No pude resistirla tentación de acariciar su culo metiendo la mano entre las piernas y agarrando su sexo. Baje el tanga y comtemple por el espejo un juvenil coño rasurado....tan sólo una fila de vello muy corto. Ella miró el bulto de mi pantralón y me dijo que le enseñase la polla. Nos ocultaba de las miradasel hueco de la cortina  y mi cuerpo de espaldas al resto del público.

Ante mi asombro sacó mi sexo fuera del pantalón....acarició mis testículos y metió mi polla en su boca chupando con habilidad......agarré su cabeza forzando la entrada y salida del miembro una y otra vez. Ella cerraba los ojos y disfrutaba frotando su clítoris. Tenmía la impresión de estar follándomela por la boca, mientras su lengua jugaba con la polla. Fue un orgasmo al unísono.....un orgasmo fuerte e intenso que me produjo dolor porque ella no paraba de chupar y gemir, tragándose la leche que salía con un chorro fuerte.

Abrió su mochila y con unos pañuelos de papel se limpió la boca. Después limpió mi polla,la beso  con insistencia y guardándola de nuevo subió la cremallera de mi pantalón. Me dijo quele esperase en la cafetería de enfrente.

Nunca llegué a follar con ella, pero durante nuestra corta relación supe lo que eran las mamadas de una chica de dieciocho años recién cumplidos y ella supo experimentar el juego de la lengua y el clítoris. Me confesó que era virgen y no quería defraudar a su novio...... le reservó su virginidad hasta el día de la boda.

Hay muchas formas de zorrear manteniendo el himen intacto. Hay muchas putas vírgenes......socialmente hablando.

Él

Abrí la puerta y ......

Abrí la puerta y ......

 Abrí la puerta y allí estaba, no me lo podía creer, justo él , mi profesor, con el que tantas veces había hablado, había pasado horas y horas de charlas… y ahora estaba allí , frente a mí, en mi casa mirándome desde el  marco de la  puerta con una media sonrisa y esperando ver mi reacción .

 

   “ Pasa”  le dije y pasó rápido ante mí, mientras yo cerraba la puerta aun sin creerlo.

    Le seguí por el pasillo aun  alucinando, y diciéndome mentalmente “es él”.

    Miro la casa con interés y  se sorprendió, dijo no esperar, no imaginar mi casa así. Le resultaba agradable, como estar en su casa. Nos sentamos y yo no podía hacer otra cosa que mirarle y sonreír como una boba. Me miraba fijamente intentando romper el silencio, “¿Cómo estas? ¿Cómo te va?”. Una risa boba salio de mi boca y los pensamientos  dejaron de girar,  “bien estoy bien” y de nuevo una risa entre nerviosa y sorprendida.

 

    Más silencio y de nuevo miradas.

Esta vez yo le pregunte  ¿cómo tú, cómo aquí, cómo…?

    Su respuesta fue segura, aunque contesto en voz baja, “tu me has dicho, si vienes abriré la puerta, seas quien seas”

    Y de nuevo silencio

    Nuestros ojos se miraban, sin esquivar, sin saber que decirse.

    Y  su cara se acerco a la mía y  sentí que me apetecía terriblemente aquello, que lo había imaginado mil veces, pero no así, nunca imagine que aparecería en mi casa a las dos de la mañana,  ni que mi amigo , el que  decía estar solo y no querer compartir su vida era él, mi profesor.

 

     El beso fue suave, leve, pero pude sentir el calor de sus labios, el deseo, mi deseo y solo entonces deje de pensar.

    Me levante hasta él,  volví a besar una y otra vez, despacio, suave, sintiendo su respiración y la mía cada vez mas agitadas, sus ganas y las mías

 Él giró en su silla  y se acerco a mi, sus besos seguían y sus manos se acercaron al cordón de mi jersey bajo la cabeza y beso mis pechos  a través de la apertura y la excitación subió un poco mas; sus dedos buscaban mis pezones y los pellizcaban mientras su cabeza entre mis pechos  luchaba contra el jersey y su respiración agitada subía hasta mi cuello. Subió el jersey y continuo mordiendo mis pezones y pequeños gritos de placer salían ya de mí.

   Se  puso de pie y mis manos sin pensar fueron a su  cinturón, lo solté y baje su cremallera y casi sin esperar saqué su polla, que ahora estaba frente a mi. La miraba con ojos de deseo y el  la acerco a mis pechos y la restregó entre  ellos, cerrando los ojos de placer.

 

Y allí estaba yo mirando su polla entre mis pechos viéndola subir y bajar entre ellos y pensando en que quería saber a que sabía y cómo se sentía  aquello dentro de mí.

 

    Me separe de él y, levantándome le volví a besar diciéndole: “ven  iremos a un sitio mas cómodo”. De la mano le lleve  por el pasillo a mi habitación.

    Nos sentamos en la cama y nos volvimos a mirar; risas nerviosas  volvieron a salir  y  él sentado en el borde de la cama, desnudándose de una forma pausada. Me acerqué por detrás y pase mi mano por su nuca bajándola lentamente por toda la espalda; no creía que fuese él, en mi casa y ahora en mi cama

    Nos tumbamos sin deshacerla y no volvimos a besar, saque mi ropa deprisa deseando sentir mi piel con su piel, y una vez los dos desnudos, abrimos la cama, mirándonos y sonriendo,

    Nos acercamos y nuestras pieles se tocaron todo el cuerpo pegado al de otro y lo besos nos acercaron aun mas.

   Se tumbo mientras nos besábamos y de un tirón  el edredón desapareció de encima de nosotros. Me deslicé entre sus piernas y él se dejo hacer; besé sus tobillos lamía sus rodillas y miraba su cara con los ojos cerrados y un gesto entre placer y esfuerzo. Creo que le costaba seguir allí, tumbado sin hacer nada.

   Poco a poco subí por todo su cuerpo, y su polla estaba en mi boca; no era  grande,  pero estaba dura y era mía. Bajé la piel lamí despacio, mirándolo, mirando su cara y sus ojos seguían cerrados  y los gemidos apenas salían de su boca. Seguí  chupandola con avidez y el deseo de tenerla dentro de mí, cada vez era más fuerte, así que subí hasta sus caderas y agarrandola con una mano la coloque y  poco a poco la introduje dentro.

   Sentir de nuevo algo así…. hacia demasiado que no tenia sexo y volver a tener una polla en mi coño era genial….. esa sensación.

    Empecé a moverme despacio, quería sentirlo todo, no perderme nada y los movimientos eran suaves de arriba abajo y una vez  abajo hacia atrás, sintiendo como rozaba mi clítoris, despacio. Él continuaba con los ojos cerrados  y sus gemidos eran suaves.

    Yo soy mucho más expresiva pero aun así me gustó ver su cara y pensé que si tenía los ojos cerrados era por aguantar más, al fin y al cabo me superaba en edad y nunca lo había hecho con  alguien  con tanta diferencia de años. Di por hecho que mis ideas eran acertadas.

   El roce contra mi  clítoris el calor de su polla entrado y saliendo, me iba acercando al orgasmo, lo sabía pero ignoraba si él querría seguir mas, lo pensé por un momento, no quería  ser egoísta y correrme y acabar, pero él no parecía poner pegas a mis movimientos cada vez mas rápidos, me agarraba por las caderas con  fuerzas, y decidí que pensaría en mí, en mi deseo y mi deseo era seguir.

   Así que poco a poco  dejé que todo aquello me llevase, los movimientos,  el deseo, aquella corriente que me recorría  con cada golpe, con cada embestida.  Y gritando sin poder contener mas me movía  más y más rápidamente llegando al orgasmo. Me quedé encima, sin poderme mover, aquella corriente seguía en mí, había puesto mis pezones mas duros que nunca y mi cuerpo inmóvil sintiendo aquello que tanto deseaba. Me dejé caer sobre él, sin sacar  su polla de mi vagina. Él me abrazó y me dijo “tranquila”, mi respiración estaba agitada y  mi pecho subía y bajaba sin control, estuvimos así unos segundo, y entones el me dijo, “témbate”.

     Tumbada con el  entre mis piernas vi su polla aun erecta. Abrí mis piernas más, deseando volver a recibirla. Aun no estaba recuperada, pero volvía a desear tenerla dentro de nuevo y sentir.

   Empezó a  meterla  y sacarla despacio, embestía fuerte contra mí y una vez dentro volvía a embestir, aquel movimiento me gustaba y me sorprendió. Gemidos de placer comenzaron a salir de mí.

   Sus movimientos empezaron a ser mas rápidos, su movimiento cuando ya estaba dentro me gustaba, nunca antes lo había sentido y ese golpe hacia surgir una corriente en mi clítoris, sí,  estaba muy bien.

   Hizo  movimientos  mas rápidos y  paró…  dijo “me voy a correr”; que parase a avisarme de que se iba a correr era gracioso, era el hombre mas silencioso  que había visto y además avisaba. Con una risa aguantada le dije “no pasa nada córrete, no pares hazlo”, y siguió moviéndose y yo disfrutando de sus movimientos por unos segundo mas.

    Se tumbó en mi hombro, casi no gimió y le acaricié.  Mientras su cabeza reposaba en mi y su cuerpo sobre el mío. Unos segundos después sacaba su polla, sentí verla así, flácida y pensé, quizás luego, quizás luego  tenga más ganas.

 

  Subí el edredón de nuevo a la cama, nuestros cuerpos estaban helados y nos acercamos los dos; él me abrazaba y me giré dándole la espalda y su abrazo se hizo más fuerte alrededor de mi cintura. Era genial, mi profe, su manos en mi cintura, su cuerpo desnudo unido al mío y  las sensación de algo  inimaginable que  ya  había ocurrido. Cerré los ojos con una sonrisa y me dormí.

 Ella

Ella me pone

Ella me pone

Busqué por la red y localicé su blog....... su blog lleno de palabras excitantes y situaciones chocantes para ser ciertas. Sus relatos me ponían.... subiendo el tono de mi excitación, leyendo sus historias con una mano sobre mi sexo y haciendo creible todo lo relatado, todo lo vivido por ella, todo su goce. Quise escribirle un e-mail, pero mi miedo de no estar a su altura me lo impedía. Prefería terminar las lecturas con mi mano húmeda por el semen derramado, por esa eyaculación tranquila y casi sin sorpresa...sabiendo que sería igual todos los días.

Descubrí mi dependencia de ella, de sus palabras reflejadas en la pantalla y de mis sueños nocturnos, con un despertar súbito imaginando que acariciaba mi cuerpo...como queriendo invitarme a participar en su orgía virtual, agarrando mi polla casi erecta y diciéndome...."¡¡venga chiquillo...fóllame... inténtalo y déjate de chorradas mentales!!".

Ni siquiera puse un comentario en su blog. Quería pasar de puntillas sin dejar huella...me conformaba con sus lecturas y mis eyaculaciones mentales.

Cierto día dejó de escribir. Pasó una semana sin publicar nada en absoluto.... luego otra y otra.... y varios meses. El blog quedó abandonado y me sentí como un huérfano sin consuelo.... me faltaban sus relatos, su fantasía desbordante, su compañía en mis eyaculaciones. Busqué desesperadamente por la red, intentando descubrir un nuevo blog, quizas otro parecido, nuevo, similar al suyo.....pero no existía.

Tardé meses en volver a conectarme.... no me interesaban esa multitud de blogs intimistas y cursis de gente que habla se sí misma sin cesar...... quería esa intimidad corporal, la que hace creible que un ser virtual casi te abrace y logre excitar tu mente hasta la locura, hasta el orgasmo sin contacto físico.

Escribo a sabiendas de que nadie lee lo que publico por aburrido y tedioso del tema. La busco en un universo de pantallas y teclados, en la física del ciberespacio sin saber qué pasó en su vida, qué pudo obligarle a cesar en sus orgías virtuales. Quizás la muerte física. Quizás un amor no virtual. Quizás.......

El

Ensueños

Ensueños

Una extraña fiebre me ha debido de poseer; ha de ser eso, porque otra cosa… no sé.     Han sido unos días subidos, calientes a ratos, con las casualidades de esas pollas en sólo dos días, sólo para mí, y  las palabras y relatos… en fin,  mucho erotismo suelto.     Hoy, esta mañana  la casualidad; el encuentro de mas sexo. Esta vez con cambios de roles: me gustó ser el hombre, exigir, pedir y animar… decirle: “venga nena, hazlo para mí”.     Él  se dejó llevar, le gustaba. Y después verlo correrse, ver su polla con la leche saliendo de ella y no poder tocar, ni ver ni probar,  tuve que hacerme una rápida, no tenía más tiempo, mi coño andaba tan mojado  y caliente que con solo tocarlo estaba  a punto, casi no tenía tiempo, pero me sobró.     Fue un orgasmo rápido, deseado; mi clítoris se pudo duro y empecé a sentir que iba a llegar, deseaba llegar, era una urgencia..    Seguí con mis cosas, como si nada, con esa sensación que queda después, volando sobre el suelo, a ras de él;  después el deseo, continuaba,  aunque  lo había aplacado, seguía en mi mente, los relatos, las imágenes y el excitamiento en mi  coño, que se llenaba de fluidos.    Acudí a la página y volví a leer, leí con detenimiento  sintiendo cada detalle, mi coño experimentaba corrientes de placer, de deseo,  y lo alargue disfrutando de mojarlo, y de sentir.    Comenté que me dolía la cabeza y que tenía que echarme un rato,  que no me  molestasen y me fui a la cama pensando en lo que iba a a disfrutar, iba a hacérmelo despacio, muy despacio, esperando que llegase, lentamente.   Me desnude, quería sentir mi cuerpo entre las sabanas, mis pechos estaban excitados y los pezones duros, aun si haber empezado. Me gustó, entré despacio y me restregué entre mis sabanas, lentamente,    Acaricie los pezones y las imágenes y las palabras acudían a mi mente. Mi coño esta ya mojado, muy mojado y busque mi vibrador, mi ayudante de placer. Comencé a pasarlo lentamente por todo  mi coño, ahora lo llevo rapado, me gusta así para poder sentirlo todo y poder tocar mis labios y acariciarlos por dentro, sentir su suavidad.      Con los fluidos el vibrador se deslizaba por todo el coño y disfrutaba del tacto y su vibrar en cada rincón, deseé  tenerlo dentro y lo coloque, lo introduje poco a poco. No suelo hacerlo, pero me apetecía sentir algo dentro de mí, la imagen de esas pollas me hacían desear e imaginar como serian dentro de mí.     Entraba suave…. lo metí y saque varias veces, después lo colocaba en mi clítoris  y lo dejaba vibrar, sintiendo la corriente que produce allí.       La fiebre iba subiendo, así como mis gemidos y las ganas, empecé a introducirlo  y a tocarme con la otra mano, era mucha la ansiedad y aquello empezaba   a ser una urgencia, quería correrme, sentía  que lo iba a hacer ya que no aguantaría más. Saque el vibrador de mi coño y lo volví a colocar en mi clítoris, dejándolo  allí, moviéndolo en el,  encontrando el lugar exacto.  Empecé a moverlo rápidamente  una corriente subía por mi cuello hasta mis hombros y mis gemidos eran resoplidos de placer, “ufff”  lo estaba deseando, “sii,” es lo que quería, “Dios es genial.”     Unos movimientos mas y ya  llega, “ufff”, la corriente hace que me quede inmóvil sube desde mi coño hasta la espalda y la nuca, cierro los muslos,  apretándolos…. y cierro  los ojos de placer, el vibrador queda a un lado, abandonado, ha cumplido su misión, y una sensación de relax invade mi cuerpo después de la tensión del orgasmo y me dejo llevar por ella…. es genial. Ella.